Personaje que algunos lo consideran de representación aborigen por su indumentaria que recuerda al “Orejón Inca”; otros creen que personifica a uno de los Reyes Magos de oriente que visitaron a Jesús recién nacido. Se encuentra representado por un niño quien viste pantalón y blusa de un solo color, cubre su espalda con una amplia capa de vistosa y llamativa, adornada con pedrería variada, lleva cubierta su cabeza por una corona alta y ovalada cubierta de tela y adornada de piedras preciosas, capirote parecido al utilizado por los orejones precolombinos, cabalga en un caballo cubierto también por una capa, junto con sus negros loeros también se acerca a saludar al capitán y homenajear a la Virgen.
Loero 1:
- Virgencita de las Mercedes
- yo te vengo a saludar
- al lado del rey moro
- que me lleves a cantar.
- Ahora que me estoy yendo
- con que corazón me iré
- sabiendo que mi Madre de la Mercedes se queda triste
- por el mismo camino volveré
- Banda
- A la niña le doy un beso
- Al sol le doy un son
- A la Virgencita,
- alma, vida y corazón.
- Banda
Loero 2:
Loero 3:
- Virgencita de las Mercedes
- Tú eres alma, vida y corazón
- te venimos a pedirte
- tu santa bendición
- Virgencita de las Mercedes
- aquí te traigo a mi patrón
- para que todos sepan que te bailo con devoción
Rey Moro:
- Oh Virgen de las Mercedes
- hoy quiero rendirte homenaje
- en este tu día
- para recibir tu bendición
- A mí y a todos tus devotos
- mi padre te eligió
- porque eres la virgen pura
- de amor y de bondad
- Banda corta
- Oh virgen de las Mercedes
- de tu vientre nació
- el hijo de Dios
- guíanos con tu luz
- para alcanzar el perdón
- Banda corta
- Oh madre de las Mercedes
- un ángel te apareció
- y fue a ti madre santísima
- a quien escogió
- para traer al salvador de la tierra
- Banda corta
- En la fiesta mercedaria
- de belleza y tradición
- Virgencita de las Mercedes
- dame tu santa bendición
El Rey Moro desde su caballo lanza al aire una paloma blanca, y desciende del mismo para recibir la bendición de la capitanía.
Al igual que el resto de personajes, intercambian el cetro y el sable entre el Rey Moro y el Capitán, y bailan al son del ritmo que irrumpe el ambiente, en compañía de sus negros loeros, capitanía y devotos.