Los huacos y los curiquingues

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Los huacos

Son personajes de la mitología indígena, místicos y mágicos, representan a los “shamanes” o curanderos -seres que han recibido el poder y la sabiduría de sus mayores- en el trayecto de la comparsa van realizando “limpias” o curas del cuerpo y del espíritu. Visten de blanco, portan una osamenta de venado pintada de blanco con rayas rojas, azules y amarillas. Usan careta pintada con los mismos colores, y llevan un caparazón en su espalda, la atamba. Junto a ellos van los “ocultos” quienes soplan el trago en las curas, también se les llama “sopladores” Luego de realizado el trabajo hay que cancelar un valor económico por el mismo.

El ritual de curación es el siguiente:

Huaco:

  • Oh jo jo…
  • Cotopaxi
  • Chimborazo
  • Tungurahua

Mientras dos huacos alrededor del elegido pasan las osamentas limpiando el cuerpo.

  • Para que no seas mujeriego
  • Para que ya no seas mandarina
  • Para que no tengas amantes

Al final el “oculto” sopla una cantidad considerable de licor al elegido o elegida para esta limpia.

Los curiquingues

champuseros

Son personajes que representas a las aves propias de este sector llamadas también “curiquingue” pueden ser machos o hembras y se diferencian por un pequeño penacho que llevan en la cabeza los machos. Visten pantalón brillante de un solo color, el pecho generalmente puede ser blanco o formado por cuadros de diferentes colores, su cabeza cubierta por una estructura en forma de cono gigante que termina en un pico de madera, en sus brazos dos estructuras que asemejan las alas. En el desfile van en fila de varios curiquinges, los machos al ver a mujeres jóvenes realizan movimientos de aleteo que asemejan o representan el cortejo y apareamiento con su hembra, también van dando pequeños golpes con su pico de madera.